El silencio es fundamental para la práctica intensiva y profunda.
De ese modo podemos conseguir un nivel de introspección y de auto-conexión que favorece momentos de claridad mental y procesos de transformación más profundos que en la práctica cotidiana.
Esta forma de “estar” de la mente reduce los niveles de estrés en el cuerpo, y nos ayuda a conectar con nuestra esencia de manera profunda, de forma que se convierte en «un espacio de trabajo consciente». La práctica de Mindfulness y silencio nos permite acceder a este «espacio de trabajo interior» dando a nuestra mente la libertad de descubrir su propia visión de la realidad y ayudándonos a vivirla de forma más consciente.
El silencio es sinónimo de toma de conciencia y recogimiento. Esto nos ofrece la posibilidad de profundizar en la práctica personal de meditación y nos da la posibilidad de la integración continuada de una actitud plenamente consciente del momento presente.
¿En qué consiste un retiro de silencio para practicar la conciencia plena?
Consiste en destinar varios días a practicar meditación Mindfulness y a realizar todas las actividades rutinarias en silencio y con conciencia plena.
¿Por qué realizar un retiro de silencio?
En nuestro día a día es difícil encontrar momentos para practicar de forma continua y en silencio. Disponer de un día para la práctica tiene varios beneficios entre los que podemos destacar:
¿Qué significa en silencio?
El silencio que se propone en un retiro tiene un alcance amplio. Nos referimos, obviamente, a no hablar con las personas de nuestro entorno ni atender al móvil u otros dispositivos pero también nos referimos a no usar el lenguaje no verbal; si nos comunicamos, por ejemplo, mediante señas estamos hablando aunque lo hagamos sin palabras. Si no podemos aislarnos del todo, tal vez podemos pedir a alguien de nuestro entorno próximo que sea nuestro interlocutor durante el día y atienda todos los mensajes dirigidos a nosotros.
Hay otra dimensión del silencio, podríamos llamarla interior, que es más sutil e implica acallar nuestro “yo narrativo”, la conversación que mantenemos con nosotros mismos o con las cosas: opiniones, fantasías, juicios, comentarios… Nuestros pensamientos y emociones suelen expresarse mediante esta voz así que presta atención a si surge este diálogo e intenta no alimentarlo mediante lecturas, planes, películas, etc. que puedan ponerlo en marcha.
Dicho esto, aplica el sentido común y, si las circunstancias lo requieren, puedes hacer uso de la palabra pero, en la medida de lo posible, experimenta el silencio, puede ser un ejercicio muy liberador.
¿Qué se puede esperar de varios días de práctica en silencio?
Gestionar las expectativas es un punto importante. Tal vez esperes un día de relax y te sientas defraudado o esperes un auténtico tormento y luego resulte ser plácido y agradable. En realidad, es difícil de prever. Practica la mente de principiante y deja que el día sea tal y como es.
